Las esclavas deben ser muy sumisas y obedientes, y quien no quiera, simplemente se verá obligado a serlo. Las bellezas en la cama pueden acariciarse con avidez con sus manos, vibradores y alguien ama un consolador enorme. Pero también hay quienes no obedecen los juegos BDSM, para estas chicas solo un castigo, un látigo, un collar y una mordaza en la boca.