Cuando el chico se compró una nueva consola de juegos, no esperaba que cambiara mucho su vida íntima. El tipo le enseñó a su novia a jugar videojuegos, y la perra era tan adicta a esto que no notó que sucedía nada a su alrededor. Un hombre lujurioso comenzó a usar esta situación, porque mientras el niño juega, puede ser follada en cualquier posición y en cualquier agujero con absoluta impunidad.