Cariño, ¿tienes que estar con un negro delante de mis ojos?
El niño no creyó lo que veía cuando su amada lo llevó con un negro. En la habitación había un verdadero trahodrom, donde siganula su mujer. El cuco solo tenía que ver a la rubia roer el tronco del Negro y gritarle al caballo del cuco. Bombeó negro en la pose 69 y dio un crustáceo. Y luego se rió empapada, haciéndose correrse en la cara.