La rubia rusa dio lecciones privadas con un compañero de estudios, pero la niña no podía concentrarse en las matemáticas. Porque ella soñaba con el sexo, y el tipo decidió convertir las fantasías de una niña en realidad. Después de tomar la mejilla, el tipo le quitó las bragas a la mujer y con una gran polla demostró que la polla era más interesante que el teorema de Pitágoras.